Antes de entrar en detalles respecto a las prendas recomendadas y a evitar para la oficina, es indispensable que nos detengamos un momento y realicemos un breve análisis de nuestro cargo, profesión, entorno, actividad de la empresa y valores corporativos de la compañía donde laboramos, esto con el fin de enfocarnos en proyectar una imagen que vaya acorde a lo que quiere reflejar la marca y a lo que ésta espera de nosotros como profesionales.  Una vez tenemos claro esto que llamaríamos “contexto”, estamos listos para responder estas preguntas: 1. ¿Mi vestimenta debe ser muy formal y estructurada? (Es el caso de entidades bancarias, aseguradoras, concesionarios, fiducias, entre otros). 2. ¿Por el contrario el estilo que sugiere es informal? (Cargos creativos, no trato directo con clientes, trabajo experiencial con jóvenes…) 3. ¿Está en medio de los dos (entre formal e informal)? Una vez determinamos el nivel de formalidad requerido, podemos aplicar las siguientes recomendaciones:

Formal:

Los zapatos son indispensables al momento de ser asertivos, estos no deben ser llamativos, ni descubiertos, ni con un tacón demasiado alto, por el contrario, el tacón debe oscilar entre los 2 y los 6 cms para no llamar demasiado la atención ni restarle profesionalismo al look.

Las prendas deben llevar un corte limpio y estructurado, que además luzca de buena calidad, los colores no deben ser muy llamativos y debemos evitar los estampados, a menos que la empresa permita estampados sobrios que no afecten el profesionalismo en el resto del outfit.

Los escotes profundos, las transparencias y las prendas muy ajustadas pueden restarle seriedad a tu labor en la medida en que sea necesario proyectar una imagen de confianza, solidez, madurez y autoridad; procura por el contrario llevar prendas sobrias que, contrario a opacar tu conocimiento y capacidad, puedan mostrar más claramente esa faceta en ti.

Ver: 20 Ideas para usar un blazer con estilo

Informal:

Aquí los estampados, las siluetas un poco más relajadas y los colores son muy bienvenidos, siempre y cuando no se vayan al extremo de generar una imagen descuidada, extravagante o despreocupada, para esto la recomendación es optar por elementos desestructurados en combinación con otros más elegantes y de mayor estructura que te permitan generar un equilibrio en el look.

En cuanto al uso de los accesorios, aprovecha para sacar tu lado más creativo y elige piezas especiales que le añadan un efecto trendy, casual y muy chic a tu vestimenta.

Ver: Cómo usar un collar según el tipo de cuello o escote

Respecto a los zapatos, procura seguir siendo muy cuidadosa, opta por estilos de buena calidad sin limitarte en cuanto a su forma y diseño.

Intermedio (Formal-Casual)

La mayoría de empresas pequeñas y medianas manejan este tipo de código de vestimenta (también algunas grandes empresas), y es una vestimenta que no exige un alto nivel de formalidad pero que tampoco se puede permitir llegar al exceso que a veces ofrece la informalidad, sea por el contacto directo con los clientes o por decisiones internas, lo que se espera con este código de vestuario es que la persona pueda lucir lo más profesional posible sin tener que estar prácticamente disfrazada o vestida de una forma clásica y quizá un poco aburrida.

Finalmente, lo más importante es llevar un estilo que te permita sentirte cómoda con tu personalidad y la labor que realizas, sin embargo, no olvides que invertir tiempo y dinero en piezas de calidad y elegancia, te darán una ventaja competitiva frente a tus compañeros en la medida en que resaltarán tu nivel de capacidad y profesionalismo.

Ver: Cómo descubrir y potenciar mi estilo personal

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Mariana Vanegas Orrego

Fundadora Icon / Asesora de Imagen. Ayudo a transformar la imagen personal de miles de personas que buscan verse y sentirse bien a partir del autoconocimiento.