¿Te suena esto de la asesoría de imagen consciente? Si tu respuesta es no, te entendemos, es algo novedoso pero muy relevante para asesores y para asesorados, por eso en este post te contaremos en qué se diferencia de la asesoría tradicional.
¿Por qué somos cómo somos?
Las personas tenemos tres dimensiones: cuerpo, mente y espíritu; cada una de ellas alberga nuestro ser, de allí la importancia de conocerlas, cuidarlas y mantenernos fieles a ellas.
Lo anterior no quiere decir que no podamos modificarlas, de hecho lo normal es mantenernos en constante cambio. A veces estaremos con más o menos kilos, un día apoyaremos una idea y tiempo después estaremos en contra de ella, etc.
Pero hay algo que se mantiene igual y es el cómo te afecta la aceptación y el rechazo hacia ti mism@.
Buscando un asesor o asesora de imagen ¿consciente?
Cuando inicias un proceso de asesoría de imagen es porque quieres estar en un lugar diferente del que estás ahora, quizás superaste una ruptura y quieres volver a tener pareja, tal vez te graduaste y necesitas una nueva imagen para tu vida laboral, o solo deseas renovarte porque estás cansado o cansada de lucir siempre igual.
En cualquier caso vivirás una experiencia enriquecedora o desagradable de acuerdo al grado de autoaceptación que tengas. Alguien que sienta rechazo de sí mism@ probablemente esté menos abiert@ a los cambios, no se sentirá cómod@ saliendo de su zona de confort y menos aceptará los halagos por como luce.
Por el contrario; alguien con amor propio siente que merece vivir este proceso, le agradará mejorar, mostrará más entusiasmo y estará satisfech@ por haber invertido ese tiempo y dinero en su persona.
Cómo puedes aprovechar una asesoría de imagen consciente
La Asesoría de Imagen Tradicional se basa en la apariencia del individuo y sus objetivos personales, el asesor o asesora tiene como referencia las medidas, colores y personalidad del asesorado para crear una imagen que le favorezca físicamente.
En cambio durante un proceso consciente se trabaja desde adentro hacia afuera, es decir, se empieza por el autoconocimiento, la idea es que el cliente explore su ser, entienda sus creencias limitantes y las potencializadoras, sus valores, etc. De esta manera al aplicar las diversas técnicas de diagnóstico de imagen se logra exteriorizar lo interno, para un resultado más auténtico y con el que la persona se sentirá más identificada.
La asesoría de imagen consciente te ayuda a reconectar contigo mism@ usando la vestimenta como herramienta. Ahora que sabes la diferencia ¿Te gustaría vivir este proceso? Aquí te damos más información.