En Icon hablamos mucho de la psicología del color, de la colorimetría, de la teoría estacional pero pocas veces hemos hablado sobre cómo incorporar ropa de colores a tu estilo.
Sí, no tiene nada de malo vestir de negro todos los días pero este post es para aquellas personas que suspiran con todos los colores del arcoíris y que a la hora de combinarlos con el resto de su ropa, se encuentran perdidas o perdidos.
Empieza poco a poco
El primer error siempre será la impulsividad, comprar es más el final de una planificación que un acto que hacemos al azar (¿Recuerdas lo que hemos hablado del armario inteligente? Aquí tienes un breve repaso). Para que no termines con ropa de colores que no vas a usar y un gran dolor de bolsillo lo mejor es ir des-pa-ci-to: primero unos accesorios, luego un par de zapatos, un bolso y allí saltas a la ropa, puedes empezar por una blusa de tu estilo pero en un color inesperado. En este punto ve por lo seguro y combina tus nuevas prendas con jeans y ropa de color neutro (negro, blanco, gris, beige).
Vamos por más ropa de colores
Si ya quieres dar el gran salto entonces apuesta por ropa de colores pasteles que combinan muy bien entre ellos (y que serán tendencia este año), también te recomendamos outfits monocromáticos, algunos toques de neón y accesorios metalizados (versátiles y elevan tu estilo).
Al principio es mejor elegir prendas de corte minimalista para que no te sientas sobrecargada o sobrecargado.
La vida fashionista es en colores, con diseño y texturas
Aquí ya habrás entregado tu alma a la moda: combinar colores, diseño y texturas es casi un arte (aunque si hiciste nuestro curso de Colorimetría 1 entonces es pan comido).
Saber mezclar y combinar de forma audaz pero equilibrada te ayudará a destacar sin abrumar, además de mostrar personalidad a través de tu ropa. No tienes que hacerlo siempre pero sí tenerlo bajo la manga para ocasiones especiales.
Te dejamos 3 claves para lograrlo fácilmente:
- El diseño por encima de todo: olvida eso de las rayas verticales para verte estilizada, si la ropa no es de tu talla o no se ajusta en los lugares correctos, no habrá ilusión óptica que valga.
2. Menos es más: Dale protagonismo a uno o dos elementos y el resto que sea neutro o minimalista.
3. Los clásicos no fallan: el cuero, las lentejuelas o el animal print (entre otros) son atemporales, inspírate en las tendencias para actualizarlos y disfrutar de su estilo.