El coaching tiene sus raíces profundas en el optimismo. Pensar en grande, sin límites y utilizar un lenguaje de abundancia y prosperidad son las premisas fundamentales sobre las que descansa un coach a la hora de entrenar a sus “pupilos”. Sin embargo, mis ganas de cuestionarme todo, mezclado con mis hondas raíces pesimistas me han hecho dudar de esta visión tan negativa del pesimismo.
No pretendo decir que el pesimismo es algo positivo ya que no lo es. Pretendo decir que aquellas personas que por educación y carácter tienen una tendencia pesimista traten de ver lo positivo que tiene esta forma de ser y vean que no es tan malo como parece.
Como casi todo en la vida, debemos decir que la actitud pesimista proviene de la educación familiar y del carácter exigente, ambicioso y muchas veces perfeccionista de la persona. En mi caso debo decir que por parte de mi madre tenía el ejemplo de una persona que nunca estaba contenta con lo mío, siempre me exigía más; recuerdo de su parte palabras como “eso se puede mejorar”, o “no me parece tan bueno”. Mi padre equilibraba la balanza con su visión optimista de la vida y el impulso que me daba cuando exaltaba mis logros.
¿Cuál actitud te parece mejor, la de papá o la de mamá? Obviamente la respuesta sería la de papá. Sin embargo no es así. Pienso que los dos jugaban un papel fundamental en mi vida; por una parte el optimismo de mi papá me daba un gran placer y descanso, me hacía sentir feliz por un momento. El pesimismo de mi madre me daba un impulso a superarme y a que algún día ella pudiera decir “ME ENCANTA eso que hiciste”… aunque todavía siga esperando que eso pase.
La sociedad promueve por doquier situaciones, momentos, y relaciones perfectas, llenas de optimismo, buena vibra y energía contagiosa, apartando de nuestra realidad todo aquello que suene a pesimismo y dificultad. Si eres alguien con tendencia pesimista como yo, no dudes en pensar que tienes un papel muy grande en este mundo. Estás LLAMADO a ser quien aterrice a los demás, quien los despierte en ese letargo de conformismo y mediocridad; quien impulse a los otros a ser mejores.
Aprovecha con sagacidad esa visión que tienes de la vida poco placentera pero sumamente útil.
Fuente: http://www.jesusdcoach.wordpress.com