Luego de dos años haciendo teletrabajo (y si eres del grupo afortunado que no necesitó tener la cámara encendida durante la jornada) es muy probable que ya estés acostumbrado o acostumbrada a la ropa extremadamente cómoda y poco usable en el mundo exterior: pijamas, sudaderas desgastadas, camisas con agujeros, mantas calientes que sustituyen los pantalones, etc. Es tu nuevo estilo laboral.
Pero nada dura para siempre y en muchos países han relajados las medidas contra el Covid al punto de no exigir el uso de mascarillas y permitir a las empresas volver a la presencialidad *cries en latino* ¿Y qué pasa ahora con tu estilo laboral?
Vamos a adivinar: ya no te queda tu ropa de trabajo, te parece que se ve anticuada, ahora la sientes incómoda, y así un largo etcétera. Por eso tenemos para ti estos tips para actualizar tu estilo laboral sin necesidad de gastar una fortuna:
1. Define tu estilo laboral
Para saber cuál es puedes realizar nuestro test aquí y con ello podrás avanzar rápidamente al siguiente paso.
2. Saca todo lo que no te guste/no te sirva/no esté en buenas condiciones
Lo hemos hablado en otras ocasiones (aquí puedes ver un post reciente): no tiene sentido seguir guardando prendas que no vas a usar, ocupando un espacio valioso que podría ser para algo que realmente ames.
Además, ahora que la ropa de segunda mano está de moda puedes ganar un dinero extra vendiendo la tuya (seguramente alguien que apenas comienza en su primer empleo va a usarla más), sólo asegúrate de que esté en excelente estado.
3. Confirma el código de vestimenta de tu lugar de trabajo
Tu estilo no tiene que estar peleado con el dresscode de tu ocupación, sólo debes adaptar tu estilo laboral para que no recibas una citación de Recursos Humanos. Por ejemplo, si trabajas en un ambiente formal pero tu estilo es creativo puede agregar toques divertidos a tu outfit siempre que sean discretos: unos aretes diminutos de diseño moderno, una cartera o maletín con un estampado gráfico, etc.
4. Recuerda: vestir bien y comodidad no están reñidos
Usar una sudadera y un pantalón de vestir son iguales de funcionales, pero la comodidad del segundo depende del modelo que elijas y el tipo de tela. Un vestido no es una prenda difícil, sólo te la pones por la cabeza y ya, aunque sí debes cuidar el largo y el ajuste.
5. Los zapatos importan (y mucho) en el estilo laboral
Vemos un par, nos enamoramos, prometemos que los usaremos por siempre hasta que llega el primer día de uso y muchas veces también de despedida pues nos incomodan. Hay muchos trucos para ajustar los zapatos nuevos pero lo mejor es no dejarse llevar por las tendencias y escoger modelos suaves y cómodos. Los mocasines son nuestra opción número uno por elegantes, casuales y versátiles.
Si pones en práctica estos tips estamos seguras de que lograrás un estilo laboral profesional sin dejar de ser tú mismo o misma.