Viste para el éxito: Claves para crear tu estilo de trabajo

En estos momentos donde poco a poco salimos de la crisis de la Covid-19 y muchos retomamos nuestros planes y proyectos (o empezamos nuevos retos), un tema que tiene prioridad es nuestro trabajo, sea porque queremos ascender, cambiar a un cargo o empresa mejor, estamos en búsqueda de un nuevo empleo o porque vamos a comenzar un emprendimiento.

El trabajo se lleva una parte importante de nuestro tiempo así que estar lo más a gusto posible se vuelve una necesidad que incluye tu imagen personal ¿Por qué? Porque ella es una herramienta que puede ayudarte a lograr tus metas en cualquier ámbito de tu vida.

 

Antes de profundizar en el tema, recuerda que los cambios que desees deben hacerse de adentro hacia afuera, es decir, primero debes creerte el cuento antes de avanzar con el cambio de imagen.

Dice un refrán popular “el hábito no hace al monje” y se refiere a que la ropa no puede hacer de ti algo que no eres, por eso hay que trabajar en tu crecimiento personal, si estás dónde estás es porque te lo has ganado a punta de esfuerzo y mereces avanzar y lograr todas tus metas porque sí.

 

¿Cómo deberías vestirte para ir al trabajo?

Aunque estamos en una época donde el trabajo en casa es común (hasta obligatorio, según las normas sanitarias de cada país), es necesario pensar seriamente en lo que usamos para trabajar pues, como hemos dicho otras veces, la ropa influye en nuestro ánimo y en nuestra actitud:

Una persona puede notar tu energía y sentir tu buena vibra por teléfono o por correo aunque no vea tu cara.

Lo primero que debes hacer es definir tu estilo (¿Ya hiciste nuestro test para descubrirlo? Es super divertido y sólo te tomará unos minutos aquí).

 

Ahora es momento de analizar el dresscode de tu oficina ¿Trabajas en un ambiente corporativo formal? ¿Estás en una agencia de creativos? ¿Debes usar obligatoriamente algún elemento como una chaqueta con el logo de la empresa o algo similar? Etc.

En Icon creemos en el poder de los colores (un ejemplo de ello está aquí) y por eso en este paso vamos a definir cuales son los nuestros, porque además de resaltar nuestro tono de piel y hacernos lucir más guapos, también deben transmitir el mensaje correcto.

Es muy importante no caer en los clichés, aunque estés en un cargo de dirección o gerencia no tienes que usar un estilo rígido para imponer tu autoridad, tampoco tienes que mostrarte extravagante si eres parte de un grupo artístico ¡Queremos resaltar tu esencia!

 

Claves para escoger tu ropa laboral

• Cuida la calidad de lo que usas: no te confíes por estar en videollamada, la mala calidad se nota. Y no hablamos de ropa costosa sino de prendas que estén bien hechas, en materiales cómodos que resistan el uso (y hasta el abuso).

 

• Evita la ropa demasiado informal: aunque se vean muy cool, una franela con estampado de caricaturas y unos jeans rotos no transmiten una imagen profesional.

• Tampoco uses piezas muy ajustadas: este consejo va sobre todo para los más jóvenes y los asiduos al gym; de igual modo no es apropiado usar franelillas para mostrar los músculos o dejar las camisas de botones abiertas hasta el ombligo.

• Si el código de vestimenta de tu oficina permite el uso de jeans, úsalos en tonos oscuros y de corte recto clásico.

 

• Si estás bajo la modalidad de trabajo en casa y no quieres usar camisas de botones, un buen suéter es tu mejor amigo, también puedes ponerte una franela básica con un cardigan.

• Los accesorios deben ser acordes al estilo. Nada te hace lucir más anticuado que vestir de traje y corbata con un montón de pulseritas trenzadas y sucias en la muñeca. Una joya discreta y de calidad (como una pulsera esclava o un anillo) pueden ser el toque de distinción definitivo.

• Para los que hacen teletrabajo ¡El uso de pantalones es obligatorio!

Aunque sólo hablemos de ropa y accesorios en este post, no debes descuidar tu cabello como parte de tu nueva imagen, descubre aquí un dato importante para cuidarlo

 

Encuentra el éxito laboral dentro de tu armario

El cambio lo notarán todos pero lo más importante: lo notarás tú. Son apenas unas pequeñas modificaciones en tu forma de vestir que te llenarán de confianza y motivación, además te ayudarán a conectar mejor con tus compañeros y jefes.